Astronomía Digital

  • Número 4.

  • Astronomía Digital.
  • Bienvenidos.
  • GSiew.
  • Guía para autores.
  • SETI: Búsqueda de Inteligencia Extraterrestre.

    Jesús Gerardo Rodríguez Flores. | Sociedad Astronómica de la Laguna (México).

    Cuantos de nosotros hemos tenido la inquietud de saber si existe vida inteligente en otras partes de nuestra galaxia. Hasta la fecha no existe ninguna evidencia de que compartamos la Vía Láctea con alguna otra civilización. Pero a diferencia de otras épocas, estamos más preparados para esa revelación y tenemos la tecnología básica para escudriñar los cielos en busca de esa señal. Por si fuera poco, nuevas épocas están arribando en las cuales no será necesario estar a la expectativa de algún posible descubrimiento en el campo del SETI, sino que podemos ser parte activa de esa búsqueda desde las computadoras que tenemos en nuestras casas.


    Sobre la pluralidad de los mundos.

    La idea de que existieran seres inteligentes en otras esferas celestes resulta relativamente reciente en nuestra concepción del mundo. Durante algunos miles de años, el ser humano, influenciado por las religiones, pensó que era una criatura única en el universo, dotada de inteligencia y "hecho a imagen y semejanza de Dios". Además la Tierra era el centro del universo donde el Sol, la Luna, los planetas y las estrellas de la bóveda celeste giraban alrededor nuestro mundo.

    Llegados los tiempos de Copérnico, Kepler y Galileo, los conceptos empezaron a variar, sin embargo muchas sociedades europeas como la italiana sufría la represión intelectual que en ocasiones significaba "la fe establecida". Copérnico presenta al mundo un sistema heliocéntrico, en el cual la Tierra se convertía en un planeta más alrededor del Sol. Sin embargo, nunca sugirió que las estrellas fueran sistemas independientes a nuestro sistema solar. Otro tanto hizo Kepler, que nunca admitió la posibilidad de que las estrellas tuvieran sistemas planetarios. Sin duda alguna, quien hizo publicas por primera vez las especulaciones sobre la existencia de planetas habitados en otras estrellas fue Gordiano Bruno. Lamentablemente para él, habitaba una sociedad fanática y renuente a aceptar las nuevas teorías. Si aceptar que la Tierra no era el centro del universo era difícil, el especular sobre la pluralidad de los mundos resultaba un escándalo mayúsculo. Muestra de ello fue el trágico destino de Gordiano Bruno: fue quemado por herejía.

    Solo aquellas mentes vanguardistas que vivían en una sociedad más liberal podían darse el lujo de especular sobre la hipótesis de la pluralidad de los mundos. Según el libro "La Armonía de los Mundos" de Johannes Kepler, el gran astrónomo "Tycho Brahe opinaba sobre esta selva desolada de globos que no puede existir sin fruto y que esta llena de habitantes".


    ¿Hay vida en el Universo? La verdad está ahí fuera.

    Otro tanto hacia Christiaan Huygens, tal vez el mas importante científico y astrónomo de la próspera Holanda del siglo XVII. En 1690 apareció una de sus ultimas obras que discutía la pluralidad de los mundos bajo el kilométrico titulo de "Los mundos celestiales descubiertos: Conjeturas relativas a los habitantes, plantas y producciones de los mundos en los planetas". En dicho libro, Huygens ya describía la existencia muy probable de planetas alrededor de las distantes estrellas, y como dichos mundos estarían habitados por criaturas relativamente semejantes a nosotros. Dichas criaturas, según el sabio holandés, presentarían características distintas a las nuestras debidas a los ambientes de sus mundos, pero seguramente también contarían con manos y pies, y caminarían derechos y su inteligencia les permitiría tener escritura y geometría.

    Ciertamente, durante mucho tiempo, la existencia de vida inteligente fuera de la Tierra se contemplo como una gran posibilidad. Algunos filósofos y científicos incluso llegaban a considerar que todos los planetas debían estar habitados puesto que, de otra forma, Dios no se habría tomado tantas molestias en crearlos. Incluso Huygens llegó a describir que las lunas de Júpiter servían a los habitantes de Júpiter para navegar por los océanos jovianos.

    Las primeras narraciones que serían las precursoras de la moderna ciencia ficción empezaron a tratar dicha pluralidad de los mundos. Recordemos los relatos de Cyrano De Bergerac y sus "Viajes a los imperios del Sol y la Luna" y muchos mas que entonces empezaron a surgir. Sin embargo, hacia 1859 se publica "El Origen de las Especies", obra monumental en la cual Charles Darwin nos presentó como la naturaleza no es producto de una creación espontanea, sino el resultado de un largo y complejo proceso evolutivo en el cual se ven involucrados conceptos como la selección natural y la supervivencia del más apto. Esto ciertamente redujo considerablemente el entusiasmo con respecto a la "infinidad de mundos habitados". Sin embargo las teorías de la evolución de Darwin tuvieron que recorrer mucho trayecto para ser aceptadas por una sociedad aun renuente a renunciar a sus anteriores creencias.


    Las primeras ideas.

    Durante el Siglo XIX se lograron notables avances en el terreno de la astronomía, uno de ellos fue medir con un alto grado de certidumbre la distancia que nos separa de las estrellas. Hacia 1837 el astrónomo prusiano Fredrich Wilhelm Bessel empezó a usar la técnica del paralaje para calcular la distancia a la estrella 61 del Cisne. El resultado le dejó atónito: ¡la estrella se encontraba a más de cincuenta y seis billones de kilómetros! Las mediciones de distancia a otras estrellas continuaron y permitieron comprender que aunque aquellos sistemas estelares tuvieran planetas habitados en órbita, las distancias eran tan gigantescas que sería prácticamente imposible detectar evidencias de vida extraterrestre. Por lo mismo las esperanzas de encontrarla tuvieron que limitarse de momento a nuestro sistema solar.

    La astronomía planetaria en el siglo XIX empezó a prosperar, cada vez se construían mejores telescopios y aunque tal vez no todos los planetas de nuestro sistema solar estarían habitados por "almas inteligentes" nuestros dos vecinos: Marte y Venus tenían muy altas posibilidades de estarlo. Venus era un planeta atractivo desde el punto que parecía ser un "gemelo de la Tierra", sus dimensiones son aproximadas a las de nuestro planeta y la abundante nubosidad de su atmósfera hacía suponer la existencia de gran humedad lo cual era un factor vital para la existencia de vida. Sin embargo la densidad de las nubes nunca permitían observar la superficie del planeta, lo cual impedía realizar mayores apreciaciones sobre ese mundo. Todo tuvo que quedar durante muchos años al terreno de la imaginación y la especulación.

    Con el planeta Marte ocurría algo muy distinto. Ciertamente era un planeta con solo la mitad del diámetro terrestre, pero su observación por los telescopios más potentes de la época generaba grandes esperanzas. La observación de Marte por telescopio es en ocasiones "frustrantemente difícil" puesto que muchas condiciones tienen ocurrir, entre ellas que no exista turbulencia en nuestra atmósfera terrestre lo cual impediría la observación del planeta rojo con suficiente nitidez. Además se requiere de un telescopio con bastante potencia para observar detalles en la superficie de Marte. En 1867 Richard Anthony Proctor trazó un mapa de Marte con distintos rasgos geográficos señalados como continentes y mares. Y en 1878 el astrónomo italiano Giovanni Virginio Schiaparelli trazó entre los mares una serie de líneas oscuras que bautizó como canali. Esto en italiano significa simplemente ranuras, pero la prensa sensacionalista de aquel entonces prefirieron traducirlo como canales lo cual causó una verdadera revolución. Para el hombre común, Marte poseía canales de una longitud asombrosa construidos por una civilización marciana con un alto grado de técnica e ingeniería. Aparecieron algunos libros como "Marte, una segunda Tierra" de un tal Profesor Jakob Schmick (1879) y una obra de un austríaco, Otto Dross titulada "Marte, un mundo comprometido en la lucha por la supervivencia" (1901). Surgieron novelas como "La guerra de los mundos" de H.G.Wells (1898) sobre marcianos que invadían la Tierra en busca de un mejor planeta donde vivir. Pero sin duda alguna la obra que más contribuyo a preservar la creencia de vida inteligente en Marte fue el libro que en 1895 publicó Percival Lowell, un aristócrata bostoniano que desde su observatorio de Flagstaff, Arizona, observó el planeta Marte por su potente telescopio refractor de 60,9 cm. Según Lowell, Marte ciertamente tenía canales y eran tan rectos que resultaba imposible que fueran naturales. Desde su punto de vista servían para llevar la escasa agua de los casquetes polares hacia las zonas ecuatoriales del planeta, en un ultimo intento de la civilización marciana de sobrevivir a la lenta perdida de la humedad y la atmósfera del planeta. Incluso las aventuras de John Carter en Marte (Barsoom) y Venus, escritas por Edgar Rice Burroughs en momentos superaron la popularidad de otro personaje del mismo autor: Tarzán.

    Ya desde el siglo XIX existieron algunas ideas para comunicarse con civilizaciones extraterrestres. En aquellos tiempos, cuando el uso de la electricidad y las ondas de radio aún esperaban su aparición, las propuestas de comunicación se basaban en el empleo de la luz como método de comunicación. Algunos de esos métodos resultaban verdaderamente extravagantes. Por ejemplo, hubo quien propuso arreglar los bosques de pino de Siberia en forma de triángulo pitagórico, de tal forma que visto desde el espacio cualquier civilización avanzada con conocimientos de geometría y trigonometría comprendiera que la visualización de un triángulo con un ángulo recto era señal de la existencia de una civilización en este planeta azul. Una de las ideas mas locas fue escarbar una trinchera de 20 millas en el Sahara, llenarla de queroseno y prenderle fuego, según sus auspiciadores, la luz del incendio podría ser perfectamente visible mediante telescopio por una posible civilización marciana. Otros menos radicales, y tal vez más ecologistas, sugirieron que seria suficiente con utilizar una vasta red de reflectores solares para producir el mismo resultado. Cuando menos se ahorrarían la tremenda polución causada por la masiva quema de queroseno. En 1820 el matemático y físico alemán Carl Friedrich Gauss sugirió el despliegue de enormes figuras geométricas por la superficie de nuestro planeta que los extraterrestres pudieran ver por sus telescopios. Hacia 1900 la Academia de Ciencias Francesa ofreció diez mil francos a la primera persona que logra comunicarse con un planeta que no fuera Marte. ¿Y cual era la razón para excluir al planeta rojo? Sencillo, en aquel entonces se tenia tanta certeza de la existencia de vida inteligente en Marte que se consideraba que comunicarse son los marcianos sería sumamente fácil.

    Finalmente la ciencia ficción empezó a plantear nuevas alternativas para la comunicación extraterrestre. En Diciembre de 1934 la revista de ciencia ficción Astouding Stories publica un cuento de Raymond Z. Gallum titulado "Viejo Amigo" (Old Faithful) sobre un método de comunicación entre la Tierra y los extraterrestres que se adelantaría dos décadas al SETI.


    El radio telescopio de Arecibo, situado en Puerto Rico, es estandarte de la búsqueda de inteligencia extraterrestre desde la Tierra.


    Inicia la búsqueda.

    Pero el verdadero arranque del SETI iniciaría en 1959 cuando Giuseppe Cocconi y Philip Morrison, de la Universidad de Cornell, publican en Nature un reporte sobre la posibilidad de usar rayos gamma y microondas como medios para contactar con civilizaciones extraterrestres. A partir de entonces, durante las siguientes décadas, y con la participación de muchas mentes privilegiadas (Frank Drake, Carl Sagan, Paul Horowitz, entre otros) el proyecto SETI va evolucionando conforme la tecnología presenta nuevos avances en el área de las comunicaciones y el procesamiento de datos. Podemos diferenciar los diferentes proyectos de comunicación extraterrestre en dos variantes principales. La primera de ellas ha sido el intento de contacto por medio del uso de radiotelescopios. En este caso tenemos intentos activos, como el mensaje de Arecibo, en 1974 en el cual se transmitió al Gran Cúmulo de Hércules información sobre nuestro sistema solar e información sobre nosotros. Pero la gran mayoría de los intentos con radiotelescopios han sido búsquedas pasivas, en la cual nosotros no transmitimos ningún mensaje, sino que permanecemos simplemente a la escucha de cualquier posible señal extraterrestre (esperemos que las hipotéticas civilizaciones si estén transmitiendo, pues si al igual que nosotros solo están a la escucha será evidente que nunca sabremos unos de otros). Por otro lado también hemos desarrollado proyectos menos ortodoxos como ha sido el envío de sondas planetarias con información sobre nuestra cultura terrestre, con la intención de que sean localizadas en un distante futuro por una civilización interestelar y pueda tener conocimiento de nuestra existencia. Así fue como las primeras sondas en abandonar nuestro sistema solar, las Pionner 10 y 11, así como las Voyager 1 y 2, llevaron a bordo placas y discos, respectivamente, con información sobre los seres humanos y nuestra ubicación en la galaxia. (Para mayor información sobre la cronología de los intentos de comunicación con civilizaciones extraterrestres véase la tabla anexa).

    A inicios de los noventa, tras muchos años de espera, la NASA decide involucrarse de lleno en la búsqueda de señales de inteligencia extraterrestre. Para entonces iniciaron el SETI Microwave Observing Proyect, que con un presupuesto de 12 millones de dólares al año utilizaría las antenas del Deep Space Network y del radiotelescopio de Arecibo para buscar señales de radio procedentes de alguna civilización estelar. Lamentablemente, a solo un año de iniciado, los siempre inoportunos congresistas decidieron reducir el presupuesto a la mitad, y posteriormente cancelar el proyecto al considerar que era un despilfarro de dinero. Algunas de las razones para cancelar el SETI por parte de los congresistas realmente caían en el ridículo, por no decir que hablan muy mal de su capacidad intelectual. Por ejemplo, el representante de Massachusetts, Silvio Conte, expresaba "que no era necesario gastar seis millones de dólares este año para encontrar evidencia de extraterrestres cuando por solo 75 centavos podían comprar un semanario en formato tabloide en el supermercado donde se publican noticias sobre Ovnis en la Unión Americana". Por si fuera poco el representante por Rhode Island, Ronald K. Machtley decía: "No podemos gastar dinero en curiosidades cuando tenemos un déficit. Yo sugeriría, de hecho, que si existe una forma de vida superinteligente allí afuera, quizá seria mas fácil, que en lugar de estar a la escucha, decirles que nos llamen".


    Creo que con la inteligencia de simios mostradas por los congresistas norteamericanos simplemente no se requiere ningún comentario aparte...

    El proyecto SETI de la NASA fue cancelado en cierta forma, pero no del todo, puesto que los técnicos y personal involucrado consiguieron recursos externos para mantenerlo en funcionamiento. Tras la cancelación de los ingresos gubernamentales, varias compañías aportaron dinero y recursos al proyecto. Cabe destacar en este grupo Steve Jobs (fundador de Apple Computer y NeXT Comp.), Hewlett-Packard, Sun Microsystems, la compañía cinematográfica Paramount y Steven Spielberg entre otros. El proyecto resurgió en Australia bajo el nombre de Proyecto Phoenix, pues al igual que la mitológica ave, el SETI había resurgido de sus cenizas. En la actualidad los diversos proyectos SETI siguen funcionando gracias a fondos privados, y se ha dejado atrás la dependencia de los gobiernos y sus temperamentales políticos. Como ultimo "clavo al ataúd" de la ineptitud burocrática es interesante observar como aquellos empresarios y compañías con visión para los avances tecnológicos y los negocios han preferido aportar recursos al SETI que gobiernos que cada vez gastan mas miles de millones en armamento y otras necedades. Es más con el dinero que el fiscal Kenneth Starr ha derrochado en su investigación Lewinsky-Clinton habrían podido financiar cerca de media década de proyectos SETI.

    Los magnates e industrias continúan financiando nuevos proyectos SETI. Incluso algunas compañías ya involucradas en el "comercio espacial" están desarrollando sus propios proyectos para atraer el interés del publico. Por ejemplo, la compañía americana Celestis, conocida por enviar cenizas funerarias al espacio exterior está trabajando en su nueva propuesta: el Encounter-2001. El proyecto consiste en lanzar una pequeña nave espacial con la capacidad de escapar del Sistema Solar a semejanza de los Pionner y Voyager. Dicha nave consistiría en una urna con los cabellos de 4 millones y medio de usuarios. Dichos cabellos pasarían por un tratamiento para que el ADN de la raíz se proteja perfectamente, y en conjunto puedan constituirían un variado material genético de la especie humana preservado para futuras generaciones. La urna también llevará mensajes de saludo de los propietarios en varios CD-ROM. La nave-contenedor sería construida por AeroAstro a partir de este 1999, con un valor de 10 o 12 millones de dólares. A un costo de 50 dólares por usuario, Celestis espera obtener 225 millones de dólares, suficiente para costear la misión. Antes del lanzamiento, desde el 31 de diciembre 1998 se están realizando, desde un radiotelescopio de 70 metros de diámetro situado en Ucrania, varias emisiones de radio al espacio profundo, anunciando el inicio del proyecto. Dichas emisiones incluyen información que irá a bordo de la nave, incluida información de los "clientes" que han reservado espacio para sus muestras de ADN, así como nociones sobre astronomía, biología, cosmología y geografía. El lanzamiento de la nave se realizara como carga secundaria de un cohete Ariane-5, junto a dos satélites en dirección a una órbita de transferencia geoestacionaria. Ya en dicha órbita, y después de varios meses en espera de una ventana óptima hacia Júpiter, la nave activará su propio motor para obtener la velocidad de escape para alcanzar al planeta joviano dos años después. Entonces Júpiter con su fuerza gravitacional acelerará la nave permitiéndole dirigirse hacia el exterior del Sistema Solar. La idea, claro está es que alguna civilización interestelar logre captar los mensajes e interceptar la nave para obtener más información sobre nuestra civilización terrestre.

    Pero otras instituciones prefieren procedimiento más sobrios y menos comerciales, por ejemplo Sociedad Planetaria de Pasadena, California, apoya los esfuerzos de tres proyectos SETI. El primero es el proyecto BETA (Billon-Channel Extraterrestrial Array) que escudriña 250 millones de canales y trabaja con la antena del radiotelescopio de 26 metros de Harvard, Massachusetts. El otro es el META II (Mega-Channel Extraterrestrial Array) que se encuentra ubicado en Buenos Aires. El ultimo proyecto es el SERENDIP (The Search for Extraterrestrial Radio Emissions from Nearby Developed Intelligent Populations) de la Universidad de California en Berkeley.


    Retos y soluciones actuales.

    La comunicación por medio de radiotelescopios sigue siendo la técnica más socorrida por los especialistas, pero debe superar una serie de dificultades en ocasiones impresionantes. Para iniciar, se necesita reservar tiempo en el uso de radiotelescopios, y muchas instituciones consideran un desperdicio de recursos tener una gran antena exclusivamente "a la escucha" cuando puede ser más útil en la investigación de diversos eventos astronómicos. Los técnicos del SETI se la han ingeniado y en la actualidad han desarrollado una serie de equipos "piggyback" que pueden ser montadas sobre las antenas principales, de esta forma el radiotelescopio puede ser empleado en investigación de radioastronomia y de paso continuar su búsqueda de señales extraterrestres de forma prácticamente simultanea. Otra importante complicación viene siendo la gran cantidad de frecuencias que deben ser analizadas para diferenciar una señal artificial extraterrestre del "ruido natural" de nuestro universo. La cantidad de canales a ser analizados es de miles de millones, y solo es posible mediante un elevado poder de procesamiento. Los técnicos del SETI han diseñado computadoras capaces de analizar de forma paralela cientos de millones de frecuencias, pero la capacidad de procesamiento aún supera la capacidad del equipo disponible. Por fortuna el hombre no se da por vencido cuando llegan los retos. La solución a esta carencia de procesamiento ha tenido una ingeniosa solución donde menos la esperábamos: en Internet y las computadoras que cada uno de nosotros tiene en su casa.

    Hay un sabio refrán que dice que "la unión hace la fuerza" y el proyecto SETI es un claro ejemplo de ello. La falta de procesamiento del SETI será solucionada con un concepto denominado "procesamiento distribuido". Una supercomputadora puede realizar cientos de millones de operaciones por segundo, pero no es capaz de superar en procesamiento a cientos de miles o millones de computadoras personales procesando paquetes de información de forma casi simultanea. ¿Pero donde conseguir tantas computadoras? La respuesta es Internet. Los técnicos del SETI desarrollaron un programa para computadoras personales que puede realizar el análisis de señales extraterrestres mientras el equipo no está siendo usado por su propietario. El funcionamiento es sencillo. El internauta se suscribe al programa SETI@Home (SETI en casa) y descarga el software para análisis de señales. Este software sustituye al protector de pantallas de su sistema operativo. Cuando la computadora esta sin actividad por parte del usuario, el programa entra en funciones y empieza el análisis de un paquete de señales que el mismo software descargó del servidor de SETI@Home la ultima ocasión en que el usuario estuvo conectado a internet. Mientras la computadora trabaja como protector de pantallas, el usuario puede observar gráficamente el análisis de la señal. ¡Dependiendo de la versión final del software, si alguna señal es lo suficientemente prometedora el usuario de la computadora será el primero en enterarse!

    El proyecto ha pasado por un importante periodo de prueba, y en abril de 1999 será puesto a disposición de los internautas el programa del SETI@Home para iniciar la búsqueda de señales extraterrestres. Habrá versiones para PC, Mac y Unix, y los datos a procesar corresponderán al proyecto SERENDIP que tiene su sede en el radiotelescopio de Arecibo, en Puerto Rico. El mayor radiotelescopio del mundo.


    SETI@Home intenta a la vez popularizar la búsqueda de inteligencia extraterrestre y realizar el mayor experimento jamás realizado de procesamientos distribuidos: miles de personas esperan instalar el programa para excudriñar el cielo.


    El futuro del SETI.

    La búsqueda de señales de inteligencia extraterrestre ha ido evolucionando poco a poco conforme se va mejorando nuestra tecnología. No sabemos en que momento podamos captar una señal que con un alto grado de certeza podamos determinar que procede de una inteligencia extraterrestre. Tal vez falte poco para recibir una señal de ese tipo, tal vez nunca la recibamos. Pero un punto bastante inquietante seria que no estemos empleando el procedimiento y/o la tecnología apropiada para este tipo de proyectos.

    Sabemos que el uso de ondas electromagnéticas tiene dos grandes inconvenientes. El primero de ellos es que su desplazamiento está limitado por la velocidad de la luz, y que la distancia que un mensaje debe recorrer entre dos civilizaciones técnicas podría ser de años, siglos e incluso milenios. En lugar de una comunicación entre especies estelares, estaríamos hablando de "monólogos" que no tienen la certeza de ser escuchados por alguien del otro lado de la galaxia. Por si fuera poco, una señal electromagnética tiende a atenuarse con la distancia recorrida y con el ruido natural de las diferentes fuentes de radiación de nuestra galaxia. ¿Entonces que seguridad tenemos de poder detectar una señal extraterrestre? Ciertamente no hay seguridad, es más nuestra fe y una complicada probabilidad de éxito lo que nos mantiene a la escucha, pero tal vez las condiciones mejoren conforme avance nuestra tecnología. En un siglo hemos hecho progresos extraordinarios en el terreno de las ondas electromagnéticas y su empleo en las comunicaciones. Seguramente nuestras técnicas mejoraran al igual que las de otras civilizaciones. Tal vez hemos iniciado nuestros proyectos SETI de forma prematura, antes de tener la tecnología adecuada para obtener éxito en nuestros objetivos. En la actualidad, algunos teóricos empiezan a especular en lo que será el futuro de la comunicación entre civilizaciones estelares. Por ejemplo, hoy sabemos que los neutrinos son partículas con características muy interesantes. Viajan a velocidades próximas a la luz y su poder de penetración es tan impresionante que un neutrino seria capaz de atravesar una pared de plomo de 4 años-luz de espesor sin encontrar ninguna resistencia. En la actualidad hemos desarrollado la tecnología suficiente para detectar a estas elusivas partículas. Tal vez en el siglo XXI se tenga la tecnología para producirlas y en un futuro no muy distante podríamos desarrollar la "Radio de Neutrinos": un sistema capaz de transmitir un mensaje a decenas de miles de años-luz atravesando espacio y materia sin que la señal se degrade.

    Aún así, un mensaje interestelar debe recorrer siglos e incluso milenios. Sin embargo, algunos físicos teóricos especulan con una solución que tiene su origen en los casi míticos taquiones. Estas son partículas exóticas de las cuales no hay la más mínima evidencia de su existencia, tan solo son soluciones muy liberales a algunas teorías de la física. Según ésta propuesta, los taquiones son partículas que viajan a velocidades superiores a la luz, por lo cual, si pudiera inventarse una "radio de taquiones" los mensajes fluirían a velocidades y en tiempos más aceptables. Sin embargo mientras no haya ninguna evidencia de su existencia, la radio de taquiones seguirá siendo exclusivamente un recurso de la ciencia ficción.

    El futuro del SETI y otros proyectos de búsqueda de civilizaciones extraterrestres tal vez sea distinto al que nosotros hemos imaginado. Las grandes distancias interestelares y la limitante de la velocidad de la luz impedirían la existencia de una "comunicación interestelar" como nosotros quisiéramos concebir. Sin embargo nuestros en ocasiones infructuosos intentos SETI tienen un objetivo muy claro e inmediato: saber que no estamos solos. Pero también puede ser el inicio de un maravilloso proyecto cultural de proporciones galácticas. Imaginemos un futuro en el cual la Tierra y diversas civilizaciones extraterrestres han logrado con éxito informar de su existencia a las otras. La comunicación directa y oportuna entre ellas es imposible por las dificultades mencionadas, pero eso no les impide que construyan gigantescas antenas de comunicación que las veinticuatro horas del día están recibiendo y transmitiendo terabytes de información a sus estaciones hermanas a cientos y miles de años luz de distancia. El gran complejo de comunicaciones tiene un objetivo claro. Almacenar y transmitir conocimiento a cada una de las estaciones a lo largo de la galaxia, de tal forma que cada una de ellas posean una copia de la información almacenada en las otras. Estas serian las nuevas bibliotecas de Alejandría, donde se almacenaría toda la cultura de las distintas civilizaciones. Allí cualquier ciudadano de estos mundos podría consultar la ciencia, historia, costumbres, creencias y arte de civilizaciones distantes a muchos años luz de él. Y continuamente las estaciones receptoras seguirían recibiendo información actualizada, y retransmitiendo una copia de la misma a otras estaciones a años luz de distancia.

    Tal vez poca gente ha tenido la visión de cual es objetivo a largo plazo de los actuales proyectos SETI, a pesar de que están usando una primitiva variante del mismo. La respuesta es sencilla. Así nacería la "Internet Galáctica" en la cual las distintas civilizaciones técnicas de la galaxia podrían acceder a un asombroso volumen de información generada en las más diversas regiones de la galaxia.


    Apéndice: Cronología de la búsqueda de vida extreterrestre.

    Siglo XIX. Primeros Intentos. Las primeras propuestas se basaban en el uso de la luz como método de comunicación. Entre algunas existentes:

    • Arreglar los bosques de pino de Siberia en forma de un triángulo pitagórico.
    • Usar reflectores solares o escarbar una trinchera de 20 millas en el Sahara, llenarla de queroseno y prenderle fuego.
    • En 1820, el matemático Carl Friedrich Gauss sugirió el despliegue de enormes figuras geométricas por la superficie de nuestro planeta que los extraterrestres pudieran ver por sus telescopios.

    En 1900 la Academia de Ciencias Francesa ofreció 10 000 francos a la primera persona que lograra comunicarse con un planeta que no fuera Marte.

    1934. La SF se vuelve a adelantar. En Diciembre de 1934 la revista de ciencia ficción "Astouding Stories" publica un cuento de Raymond Z. Gallum titulado "Viejo Amigo" (Old Faithful) sobre un método de comunicación entre la Tierra y los extraterrestres que se adelantaría dos décadas al SETI.

    1959. Nace la base del SETI. Giuseppe Cocconi y Philip Morrison, de la Universidad de Cornell, publican en Nature un reporte titulado "Búsqueda de Comunicaciones Interestelares" donde analizan cuales frecuencias son las más adecuadas para la comunicación interestelar. Inicialmente atraídos por los rayos gamma, posteriormente se inclinan por las microondas (1 a 10 Ghz).

    1960. El Proyecto Ozma. El Dr. Frank Drake del Observatorio Nacional de RadioAstronomia (NRAO) en Green Bank, West Virginia realiza el primer esfuerzo de rastrear señales de inteligencia extraterrestre. Usando el radiotelescopio de 29.5 metros de diámetro, en la frecuencia de 1420 MHz (21 cm) durante 150 hrs. se analizaron las estrellas Tau Ceti y Epsilon Eridani, localizadas a 11 años luz y muy semejantes a nuestro Sol.

    1961. La Ecuación Drake. Durante la conferencia sobre Vida Inteligente Extraterrestre desarrollada en Green Bank, en Noviembre de 1961, Frank Drake presenta una ecuación que permite un calculo probabilistico de cuantas civilizaciones extraterrestres existen en nuestra galaxia con la capacidad de comunicarse por medio de señales de radio.

    N = N* x fp x ne x fl x fi x fc x fL

    1971. Proyecto Cyclops. Por encargo de la NASA, la Univ. de Stanford investiga el equipo, personal, tiempo y presupuesto necesario para un proyecto SETI. Dicho proyecto consiste en un conjunto de antenas parabólicas de 100 m distribuidas en hexágonos con distancias de 292 metros. El conjunto trabajaría como una gigantesca antena de 30 a 60 kilómetros cuadrados.

    1972 y 1973. La Placa Pioneer. Las sondas Pioneer 10 (02 de marzo de 1972) y Pioneer 11 (5 de agosto de 1973) llevan en un costado una placa de aluminio anodizado (15,2cm x 22,9cm; espesor: 1,25 mm) con un mensaje para una futura civilización extraterrestre que los intercepte.

    1974. El Mensaje de Arecibo. Para inaugurar el radiotelescopio de Arecibo, se utiliza su transmisor de 3 terawatts en la frecuencia de 2380 MHz para enviar un mensaje al Gran Cúmulo de Hercules (M13). El mensaje es codificado por el equipo del Centro Nacional de Astronomía y la Ionosfera (NAIC) dirigido por Frank Drake.

    1977. El disco del Voyager. Las Sondas Voyager 1 (05 de septiembre de 1977) y Voyager 2 (20 de agosto de 1977) se dotaron con un disco que lleva grabados electrónicamente palabras, sonidos, fotografías, música e ilustraciones representativas de nuestro planeta para cualquier civilización que los intercepte.

    1981. El Suitcase SETI. Paul Horowitz, físico de la Univ. de Harvard construye el "maletín SETI": un artefacto de reducidas dimensiones con circuiteria capaz de analizar e identificar señales de radio de alguna inteligencia extraterrestre.

    1982. El Manifiesto SETI. Carl Sagan, y 70 científicos de alto prestigio mundial (entre ellos 7 Premios Nobel), firman la Carta Manifiesto que expresa la respetabilidad científica del proyecto SETI. Simultáneamente Horowitz conecta el Suitcase SETI al radiotelescopio de Arecibo.

    1983. Proyecto SENTINEL. Horowitz instala en la antena de 26m del Observatorio Oak Ridge de la Universidad de Harvard el Suitecase SETI para rastrear 131.000 canales de radio. En honor al cuento de Arthur C. Clarke, el proyecto se bautiza como "Sentinel".

    1985. META: "E.T. Mi casa, teléfono". Steven Spielberg dona 100 000 dólares para actualizar el equipo del proyecto Sentinel y aumentar su capacidad a 8 millones de canales. El proyecto cambia a META (Megachannel Extraterrestrial Array).

    1990. META II. Tras dos años de preparación, el 12 de octubre arranca en el Instituto Argentino de Radio Astronomía, en Buenos Aires el proyecto META II.

    1992. La NASA participa en el proyecto SETI. El 12 de Octubre arranca el SETI Microwave Observing Proyect que con un presupuesto de 10 millones de dólares anuales consiste en dos subproyectos:

    • Sky Survey a cargo del Centro de Investigación Ames y el JLP para catalogar todas las señales de radio (naturales o artificiales) del cielo. Usando las antenas del Deep Space Network (34m) de la NASA. En frecuencias de 1000 a 10.000 MHz y frecuencias selectas por encima de los 25.000 MHz.

    • Targeted Search desde Arecibo, Puerto Rico y las antenas del Deep Space Network (64mts). Se buscan señales de microondas de 1000 estrellas semejantes al sol en un radio de 100 años luz de distancia. En frecuencias de 1000 a 3000 MHz y selectas hasta 10.000 MHz.

    1993. SCOI: Búsqueda de Inteligencia en el Congreso. El Congreso Norteamericano cancela el proyecto SETI a tan solo un año de su inicio.

    1993. En Septiembre, Paul Horowitz, director del META de la Sociedad Planetaria y Carl Sagan publican en el Astrophysical Journal un artículo en el que explican que después de 6 años de rastreo de señales en el hemisferio norte no hay evidencia contundente de mensajes de ETs. Pero... se han detectado 37 señales poco usuales que no se han podido explicar.

    1995. Proyecto Phoenix. En Febrero, se reanuda el proyecto Targeted Search de la NASA con fondos de la iniciativa privada en el radiotelescopio Parkes, de Nueva Gales del Sur, Australia. El proyecto corre a cargo del Instituto SETI de Mountain View, California (Del equipo del Ames Research) y rastrea 28 millones de canales de radio simultáneamente.

    En la Actualidad. El Proyecto META de la Univ. de Harvard y la Sociedad Planetaria sé a transformado en Proyecto BETA, con una capacidad inicial para 250 millones de canales acaba de incrementarse a 6000 millones de canales. META II continua desarrollándose en Buenos Aires, Argentina. El Proyecto SERENDIP arrancó en el radiotelescopio de Arecibo, Puerto Rico bajo el apoyo de la Sociedad Planetaria.

    En el Futuro. El Siglo XXI permitirá el desarrollo de la "Radio de Neutrinos". La detección del hipotético "Taquión" sería la clave para la comunicación interestelar.

    Bibliografía

    1. "Carl Sagan, una vela en la oscuridad", Lourdes Villarreal Luján, Astronomía Digital 3, enero 1999.
    2. Murmullos de la Tierra. Carl Sagan, Ann Druyan, Frank Drake y otros. Ed. Planeta.
    3. Comunicación con Civilizaciones Extraterrestres. Carl Sagan. Ed. Planeta. 1980.


    SETI@Home, al día en dos minutos.

    David Anderson, director de SETI@Home, respondió amablemente a las preguntas realizadas por Astronomía Digital.

    Víctor R. Ruiz: ¿Cómo se involucró Ud. en SETI@Home?

    David Anderson: El fundador del proyecto, David Gedye, es estudiante mio de la Universidad de California en Berkeley. Me persuadió de acompañarlo en el proyecto, y como él estaba demasiado ocupado para desarrollarlo, yo fui asignado como director.

    VRR: ¿Cual es su principar labor?

    DA: Escribo partes del programa (tanto las versiones cliente y servidor), coordino a otros programadores, dirigo los esfuerzos de obtencion de fondos y relaciones públicas, y mantengo el sitio web en internet.

    VRR: ¿Cuales son sus principales objetivos como director del proyecto?

    DA: Lanzar el proyecto a tiempo, tener la certeza de que no existen errores u otros problemas con el software, y tratar de conseguir 200,000 gentes para usarlo durante 2 años.

    VRR: ¿Para la gente con conocimientos tecnicos, cuales son las principales herramientas de desarrollo de los sistemas cliente y servidor de SETI@Home? (Hardware y Software).

    DA: Por el lado del servidor usamos sistema operativo UNIX en un equipo Sun Solaris, lenguaje C++ (herramientas GNU) y base de datos Informix. Por el lado cliente el Microsoft Visual C++ (Windows), GNU (UNIX) y Code Warrior (Mac).

    VRR: ¿Cuales son las partes más complejas del sistema?

    DA: Todo es complejo. Quizá lo más complejo sea un programa llamado splitter (fraccionador) que divide los 2,5 MHz de las cintas de datos en unidades de trabajo, las cuales son de 10 Khz de ancho.

    VRR: ¿Después de lanzado el programa, cual será el futuro del SETI@Home?

    DA: Este trabajará por dos años. Para entonces habremos cubierto el cielo tres veces, lo cual es suficiente.

    VRR: ¿Cual es su sentir cuando el SETI@Home es confundido con la búsqueda de ovnis?

    DA: Eso no me molesta. Cuando hablo con los reporteros, estoy seguro que ellos entienden la diferencia. Espero que la gente que use SETI@Home lea nuestro sitio web y aprenda acerca de la radioastronomia y el SETI.



    Páginas web recomendadas.

    Jesus Gerardo Rodríguez Flores.
    Soc. Astronómica de la Laguna.
    Gómez Palacio, Durango. México.
    jgerardo@coah1.telmex.net.mx
    MegaCosmos
    http://www.astrored.org/noticias/megacosmos

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