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Editorial
En estos meses que han transcurrido entre el último número y este han
sucedido eventos astronómicos de interés... y ocultándolos a todos el
gran eclipse del 11 de agosto. Nadie dudará que fue un éxito, no sólo
por el interés que suscitó en el público y los medios de comunicación,
sino porque la calma y el raciocinio imperó sobre anuncios
catastrofistas. No en vano estaban anunciados desde el impacto de un
planeta, pasado por los típicos cometas, hasta llegar a la Estación
Espacial Mir. Una vez más, volvieron a equivocarse. Lástima que no sea
la última.
Con respecto al ``pánico milenarista" que levantan las cifras del año
2000, en este número encontrarás un artículo de Jordi Vilà tratando
este asunto con meticulosidad. Por que ¿cuando termina realmente el
siglo XX y comienza el XXI?
¡Ah! Antes de acabar el año no te olvides de echar un vistazo a la lluvia de
estrellas fugaces más esperada de los últimos años: las Leónidas. Si en 1998
dieron el campanazo, a mediados del mes de noviembre se espera una gran
actividad apta para todos los públicos. Ignacio Ferrín, de la Universidad de
los Andes, detalla en este número de Astronomía Digital sus predicciones para
los próximos años.
¡Atento a los cielos!
Buenas noches... de observación, naturalmente.
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